Existe un amplio abanico de brocas para metal en el mercado, en función del trabajo a realizar y sobre todo del material a perforar. Uno de los principales inconvenientes que tienen este tipo de trabajos en el metal es la facilidad que tiene la broca para calentarse.
Para evitar el sobrecalentamiento y rotura de la broca, en primera instancia, se emplean materiales de alta dureza, como el titanio o el cobalto.
Aún así, cuando se trata de trabajos continuados, se suele requerir algún agente refrigerante, como la taladrina. Además, pueden venir recubiertas de óxido negro para disipar mejor el calor.
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Material y diseño con que están hechas las brocas.
Dependiendo del metal específico que queramos perforar emplearemos una broca u otra, esto normalmente viene definido por la dureza del material. Para aluminio o latón, metales denominados «blandos», basta con brocas rápidas HSS-R, que vienen recubiertas con óxido negro. Se diferencian del resto sobre todo por el ángulo puntiagudo de su punta de 118º.
Cuando vayamos a trabajar con materiales más duros, emplearemos brocas de acero rápido (HSS-Co), o las recubiertas con titanio. Existen diferentes perfiles de espiral: de tipo N para acero, de tipo W para materiales blandos, facilitando la evacuación de virutas, y por último las tipo H, que son mucho más largas y se emplean para materiales duros.
Tipos de brocas para metal.
Se pueden establecer diversas categorías, ponderando algunas de sus características más relevantes, pero lo más conveniente es agruparlas por materiales de fabricación, ya que de ello dependerá su fin específico.
Acero de alta velocidad o (HSS).
Las brocas de alta velocidad están pensadas para trabajar sobre acero de construcción, aluminio o cobre. Tiene multitud de aplicaciones y son las más comunes, debido en parte su precio económico. Sirven a trabajos de taladrado, fresado, torneado, roscado, mandrinado o barrenado. La resistencia al desgaste y su tenacidad son sus cualidades principales.
Aleación de acero y cobalto.
Son brocas de acero con cobalto, que oscilará entre un 4% y 9%, en función del desempeño que busquemos. Esto permite, entre otras cosas, mantener el filo de la punta por más tiempo. Se emplean para trabajar con aceros duros. Permite que la broca se caliente sin perder el temple. El temple es un proceso térmico que asegura la dureza de la broca, y si esta alcanza temperaturas muy altas se pierde.
Brocas para metal de Widia.
Gran resistencia al desgaste y las elevadas temperaturas, las brocas para metal de Widia o también llamadas de carburo de tungsteno son las más duras del mercado, y permiten incluso perforar aceros con aleación de titanio. Están fabricadas con carburo de wolframio con 10% de cobalto y su dureza es similar al diamante, de ahí su precio elevado.
Diferencias con otras brocas similares para otros materiales.
Estas brocas para metal se diferencian sobre todo por dos aspectos fundamentales: punta afilada, que permite iniciar una perforación precisa, ya que cuando se habla de trabajar metal suelen ser trabajos minuciosos y aleaciones o recubrimientos resistentes al calor generado. Los principales fabricantes disponen de brocas específicamente diseñadas para trabajos con metal.